El Cuento Del Taco
Pedí un taco, duro y fino,
Pero cuando lo mordí, Se salió de la línea.
Se desmoronó en pedazos, un desastre en mi plato,
Nos reímos de la vista, fue todo el destino.
Pero mientras reflexionaba sobre la desaparición de este taco,
Me llamó la atención cómo algunas personas se sorprenden.
Sus corazones están destrozados, sus vidas destrozadas,
Una relación perdida, el corazón roto de un amigo.
Como mi taco, quedan en pedazos,
Preguntándose si hay esperanza en sus pliegues.
Pero déjame decirte, querido lector, es verdad,
Iincluso las cosas destrozadas pueden tener valor.
Porque aunque mi taco ahora era un desastre,
Todavía era bueno para comer, debo confesarlo.
Y en la vida, aunque podamos sentir que hemos terminado,
Hay esperanza de recoger los pedazos, de empezar de nuevo.
Entonces, si te encuentras destrozado y roto,
recuerda el taco, su historia no contada.
Aún hay valor en ti, aún vales la pena,
Recoge los pedazos, y deja que tu corazón sonría.
La moraleja es simple, fácil de ver,
Incluso las cosas destrozadas tienen posibilidades.
Porque si estamos quebrantados, todavía podemos ser usados,
En nuevas formas, podemos encontrar nuestro propósito infundido.
Pedí un taco, duro y fino,
Pero cuando lo mordí, Se salió de la línea.
Se desmoronó en pedazos, un desastre en mi plato,
Nos reímos de la vista, fue todo el destino.
Pero mientras reflexionaba sobre la desaparición de este taco,
Me llamó la atención cómo algunas personas se sorprenden.
Sus corazones están destrozados, sus vidas destrozadas,
Una relación perdida, el corazón roto de un amigo.
Como mi taco, quedan en pedazos,
Preguntándose si hay esperanza en sus pliegues.
Pero déjame decirte, querido lector, es verdad,
Iincluso las cosas destrozadas pueden tener valor.
Porque aunque mi taco ahora era un desastre,
Todavía era bueno para comer, debo confesarlo.
Y en la vida, aunque podamos sentir que hemos terminado,
Hay esperanza de recoger los pedazos, de empezar de nuevo.
Entonces, si te encuentras destrozado y roto,
recuerda el taco, su historia no contada.
Aún hay valor en ti, aún vales la pena,
Recoge los pedazos, y deja que tu corazón sonría.
La moraleja es simple, fácil de ver,
Incluso las cosas destrozadas tienen posibilidades.
Porque si estamos quebrantados, todavía podemos ser usados,
En nuevas formas, podemos encontrar nuestro propósito infundido.