EL SEÑOR NO ESTÁ MUY OCUPADO PARA OÍR TU LLORACIÓN
El Señor no está demasiado ocupado para oír tu clamor,
En cada dolor y cada suspiro,
Él está contigo en la noche más oscura,
Y te trae esperanza con la luz de la mañana.
El Señor no está demasiado ocupado para escuchar tu súplica.
Cuando llegan las pruebas y las sombras huyen,
Él está allí para guiarte cada día
Y darte la fuerza para encontrar tu camino.
El Señor no está demasiado ocupado para escuchar tu corazón,
Cuando el miedo y la duda traten de separarte,
Él calmará la tormenta y calmará tu alma,
Y te ayudará a encontrar una meta más alta.
El Señor no está demasiado ocupado para escuchar tu voz.
Cuando las tormentas de la vida te hagan perder el equilibrio,
Él te envolverá en su amoroso cuidado.
Y te guíe con su mirada tierna.
Así que aférrate fuerte a la fe y la esperanza,
Y confía en la cuerda inquebrantable del Señor,
Él te elevará hasta el cielo más alto.
Porque el Señor no está demasiado ocupado para escuchar tu clamor.
El Señor no está demasiado ocupado para oír tu clamor,
En cada dolor y cada suspiro,
Él está contigo en la noche más oscura,
Y te trae esperanza con la luz de la mañana.
El Señor no está demasiado ocupado para escuchar tu súplica.
Cuando llegan las pruebas y las sombras huyen,
Él está allí para guiarte cada día
Y darte la fuerza para encontrar tu camino.
El Señor no está demasiado ocupado para escuchar tu corazón,
Cuando el miedo y la duda traten de separarte,
Él calmará la tormenta y calmará tu alma,
Y te ayudará a encontrar una meta más alta.
El Señor no está demasiado ocupado para escuchar tu voz.
Cuando las tormentas de la vida te hagan perder el equilibrio,
Él te envolverá en su amoroso cuidado.
Y te guíe con su mirada tierna.
Así que aférrate fuerte a la fe y la esperanza,
Y confía en la cuerda inquebrantable del Señor,
Él te elevará hasta el cielo más alto.
Porque el Señor no está demasiado ocupado para escuchar tu clamor.